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La Daga

La Daga Palabras que duelen como si fueran puñales atravesándome de arriba a abajo, entrando, saliendo, dejándome desnudo, y revoloteándome, mojándome de sal y agua. Pensamientos, sentimientos que sabes que en ti han cambiado pero no en la Saeta que ahora me atraviesa dejándome sin respiración, y dejándome caer a ese vacío oscuro de los pensamientos y los recuerdos, palabras, pensamientos que sabes que si a ti te duelen de ver cómo son en la realidad, cómo pueden doler en primera persona. Como espero que no te atrapen y que no te cieguen solo pensando en esa Daga que tuviste en tu mano, y ahora ves que se escapa, que ves que puede volver e ir de nuevo, que ya no es tuya, pero aún así te sigues aferrando a ella, como si fuera la única que existe, fijándote en las dos piedras preciosas de ambar que la recubren que tanto te atraen. Recordando los momentos buenos, y todo lo que le ocurrió a la saeta y a la daga sin ver que hay muchos más arcos para tú saeta, y una mano ya cogiendo mi daga, que no sea esta que ya no tienes, y se que no te deja libre saber eso que ya sabes y que no quieres o no puedes ver, que esta daga fue cogida por otra mano, y que aún así vuela. Va lejos para que todos podamos empezar a cambiar de material, y forjarnos a nosotros mismos, con la ayuda de la lejanía, para hacernos fuertes y liberarnos, ver que se puede vivir, y que se puede empezar de nuevo el camino, perdonando al resto del mundo, perdonándonos a nosotros, viendo que no sólo lo vivido es lo único que existe, comenzando de nuevo, rompiendo si hace falta y ver que no es esa Daga la única, y que no es perfecta, y que habrá muchas más que sean mejores que ella, sólo hay que dejarse llevar, y probar con gente nueva.

3 comentarios

DuNa -

Seguro que esa saeta encuentra entre la amplia armería del mundo una daga a su medida que no esté en otras manos. Espero que la encuentre cuando ya haya olvidado, porque si no es así se estará clavando a sí misma el filo de su arma al engañarse. Deberá darse cuenta por ella misma, dejarse llevar y probar con gente nueva, no? Seguro que sale adelante, ilesa, de este duelo de metales.

Un besito, mi H, y no te ahogues en sal y agua... que seguro que el triángulo se vuelve círculo de buenos amigos y nada más.

Hechi -

me pareció una bella prosa poética H,con su punto triste, con su punto liberador...pero muy bella.
Abrazo...

Magda -

Sí, la belleza de vivir es que día a día o minuto a minuto, siempre, se puede empezar de nuevo. Somos privilegiados por esto.
Muchos saludos.